Bienvenidos a mi MESA, mi nombre es Celia, tengo 49 años y soy una amante de la gastronomía, de la buena mesa o del buen comer, aunque admito que también me gustan esos productos que tienen “mala fama” por llamarlos de alguna manera, sí sí…. Los dulces, las chucherías, aunque me tira más lo salado, mi paladar también disfruta con el dulce.
Las BRILLANTES emprendedoras de esta revista digital me han brindado la oportunidad de tener este espacio para compartir mis experiencias gastronómicas en los diferentes Restaurantes o lugares donde degustar cosas ricas, donde hacer feliz al paladar, o no, porque quizás dedique algún artículo a esas malas experiencias gastronómicas, que también las hay.
No soy una profesional de la gastronomía, ni una gran cocinera, ni pretenderé convencer a nadie de nada. Mi única intención será compartir con vosotros mis experiencias y sensaciones y recomendaros lugares donde podáis disfrutar degustando un buen vino, una buena cerveza, un buen jamón, también un buen desayuno, o unas tapas, y todo desde mi humilde opinión.
Otro día os contaré de donde me viene esta pasión por la gastronomía y como era mi relación con la comida cuando era más joven, hoy quiero compartir con vosotros mi última y mágica experiencia gastronómica en un Restaurante *** Michelin, ni más ni menos que el ABaC en Barcelona, dirigido por el gran Chef JORDI CRUZ.
Para mí era un sueño desde hace años ir al ABaC, por mi admiración a JORDI y por el interés que despertaba en mí el tipo de cocina que hacen, una mezcla de los platos de siempre pero versionados de una manera vanguardista y con mucha maestría.
El viernes 13 de agosto del 2021 mi pareja me sorprendió llevándome al ABaC y así poder cumplir un sueño, disfrutar su gastronomía y pasar una noche en su maravilloso HOTEL, después de acomodarnos en la habitación y de relajarnos una horita en su SPA (con TÉ incluido), nos pusimos guapos, o lo intentamos, llego el momento tan esperando, la cena!!
Uno de los camareros nos recibió en la puerta de la sala y nos acompañó a la mesa, una sala-comedor con una decoración que combina lo clásico con lo moderno, las mesas con mantel de tela hasta el suelo, unas mesas amplias con un detalle en la mesa que llama la atención, pero que no descubres que es hasta casi el final de la cena, que no lo desvelaré por si vais algún día, un recipiente de cristal lleno de sal y con las letras ABaC en la superficie…. Crees que es algo decorativo, pero no!!
La sala tiene una luz tenue que transmite calma, música casi imperceptible que acompaña sutilmente…, lámparas originales donde el punto de luz enfoca la mesa, como un foco de un escenario que enfoca el lugar donde van a ocurrir cosas maravillosas.
Los camareros de riguroso negro, ellas y ellos, con una profesionalidad, amabilidad y simpatía que poco abunda. Entre ellos hay una coordinación fantástica, están pendiente de todo sin llegar a hacerte sentir incómoda, verlos servir es un gustazo.
El menú degustación consta de 18 platos, donde se aprecia bien que son entrantes, primeros platos, segundos y postres.
La carta de vinos y cavas es impresionante, nunca he visto nada igual, es un libro muy grande y creo que tiene más de 50 hojas.
Escogimos un vino blanco del MONTSANT que no habíamos probado nunca, su nombre es FONTANALS de Fincas Fontanals, que gran acierto!! Que lastima que haya vinos que te encanten y que luego no los encuentres en tienda, pero bueno hay tantos buenos que siempre encuentras uno nuevo que te sorprende.
Un detalle no te traen el vino hasta que no degustas los 2 primeros o 3 entrantes, lo hacen para que el paladar esté limpio de otros sabores y así se pueda percibir mejor el sabor de los platos.
¡¡Empieza el espectáculo!!
No voy a nombrar los 18 platos, ya que son muchos y me extendería demasiado, voy a destacar aquellos que me impresionaron más, y donde mi paladar tuvo unos segundos donde creía estar en el paraíso. Todos los platos son obras de arte culinarias, por la materia prima, por su elaboración y por su presentación.
Os nombraré uno de cada, aunque todos se merecen su espacio, pero son muchos; uno de los entrantes, es una delicia llamada GILDA DE MAR con pompas de manzana con aliño de manzana, presentado en un recipiente con forma de oliva, es una versión del pincho de olivas con anchoas, que te deja sin palabras por su sabor y su escenificación.
Uno de los primeros es un JUGO DE CEBOLLA DE FIGUERAS Y HUEVO DE POLLITA haciendo referencia a la típica sopa de cebolla, acompañado fuera del plato con un mini pan chino de queso con trufa y pieles de cebolla asada, si lo mezclas todo en la cuchara es una fiesta de sabores para el paladar.
Uno de los segundos es ATUN DE TARRAGONA con jugo de asado y textura de ajo blanco, exquisita la mezcla de sabores y lo tierno del atún.
Y de los 4 postres me voy a quedar con el chocolate, aunque hay también helado con sabor a piruleta espectacular, dulces artesanos de calabaza y alguna cosita más que no nombraré para no romper el factor sorpresa, por si os animáis a vivir la experiencia.
El postre de chocolate está hecho de 4 tipos de chocolate y texturas diferentes en una base de cacao en polvo.
Quiero hacer mención al detalle de un sorbete de fresa presentado en una barra de labios, porque realmente me pareció súper original.
Al finalizar la cena, os podéis quedar en la terraza del restaurante a tomar una copa o acabar el vino que os haya quedado.
Poco más que añadir, solo que si os animáis a ir al ABaC, no os arrepentiréis y seguro que será una experiencia gastronómica inolvidable, o así lo espero, para mí lo ha sido.
HASTA LA PRÓXIMA MESA!!
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Celia Cortés @dolce_celia
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😍
ResponderEliminarQué pinta a tienen esos platos!!! Tomamos nota para ir porque está claro que VALE LA ALEGRÍA.
ResponderEliminarMuchas gracias por adentrarnos en este mundo!!
Muy buen relato de la experiencia!!!! Me ha hecho recordar por un momento todos los sabores y texturas de la decustación…Incluyendo los postres!!! Grandioso!!!
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