La primera vez que supe que
la enfermedad de la tiroides en realidad “no era una enfermedad de la
tiroides”, sino una enfermedad del sistema inmune y que por lo tanto la
solución no estaba en una pastilla sino que había que calmar y modular el
sistema inmune; se me abrieron las puertas a otro mundo.
Eso lo leí hace más de doce años en
un libro de un reconocido investigador de inmunidad, y marcó un antes y un
después en mi forma de “tratar mi enfermedad”. Los resultados han sido
extraordinarios, y con el tiempo eso derivó en tomar la decisión de cambiar de
carrera, y a que hoy me dedique de lleno a la Nutrición Funcional.
Hasta ese momento llevaba el
tratamiento médico convencional, tomar una pastilla para la tiroides, pero eso
no me estaba ayudando con los desagradables síntomas que cada vez empeoraban
más; al punto de llegar a afectar seriamente mis niveles de energía, y por lo
tanto mi vida personal, laboral y social.
Ningún profesional médico me estaba
dando respuestas concretas, y todo lo achacaban al estrés. Muy pronto descubrí
que cuando los médicos no tienen ni pálida idea de qué está pasando contigo, el
diagnóstico favorito es “estrés”, lo cual es una grotesca sobre-simplificación
del cuerpo humano.
Aquí es donde entra la magia de la
Nutrición y/o Medicina Funcional. La Nutrición y/o Medicina Funcional es un
enfoque basado en la biología de sistemas que se enfoca en identificar y
abordar la raíz de un malestar o enfermedad.
Nuestros cuerpos están conformados
por células, tejidos, órganos y sistemas, y ellos están perfectamente
interconectados y se afectan uno con el otro. Mientras la medicina convencional
ve los órganos y los trata “de forma aislada e independiente”, la medicina
funcional evalúa la interconexión entre dichos sistemas y analiza cómo uno está
afectando al otro en la búsqueda de resolución de un síntoma.
Un ejemplo ilustrativo es el
siguiente: Si una persona tiene depresión, la
medicina convencional la trataría con anti-depresivos. Si una persona
tiene depresión, la nutrición funcional evaluaría la causa raíz de ese problema
y desde ahí soluciona el síntoma.
Anouk Domínguez es especialista en Nutrición Funcional, y
se dedica a ayudar a mujeres con Hashimoto, fatiga crónica y desbalances
hormonales a recuperar sus niveles de energía y vitalidad; mediante el uso de
analíticas funcionales y cambios permanentes de estilo de vida.
Su trabajo va a la raíz de los problemas de salud,
trabajando los desbalances hormonales con una visión integral de la mujer, por
medio de la nutrición, la reducción de los niveles de estrés, y la protección
completa al sistema endocrino mediante la evitación de toxinas medioambientales
y radiaciones del campo electromagnético; a través de programas altamente
personalizados.
Tras ser diagnosticada con Hashimoto y sufrir de
episodios de fatiga por casi veinte años, Anouk fue tratada en seis países por
numerosos profesionales sin encontrar solución a sus desafíos de salud. Después
de probar incontables terapias, finalmente encontró respuestas en la Nutrición
Funcional, y decidió crear su programa insignia mediante el cual hoy ayuda a
otras mujeres a sobrepasar los mismos desafíos que ella superó.
Anouk Domínguez
Especialista en Nutrición Funcional
@anoukdominguez
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