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AGOSTO 2021

YO GALENO, (SEGUNDA PARTE) POR LOLA GUTIERREZ

Manuel Torres Garcia Después de matar a Rafael Tello, el asesino de  Isabe l, me sentí satisfecho, reconfortado. Decidí seguir con mi vida en este pueblo en el que podía pasar totalmente desapercibido. Después de cargarme a Tello nunca pensé continuar, pero a veces el universo pone frente a uno situaciones donde no solo los árboles bonitos y derechos se alzan orgullosos. Desgraciadamente, hay miles de plantas torcidas que no merecen haber brotado. Ocurrió semanas más tarde. Una pelea de chicos hizo que cambiara de opinión. Tres adolescentes golpeaban a otro compañero, al tiempo que se burlaban de su físico. Los comentarios eran detestables, hirientes. El gordito se zafó como pudo, magullado, y echó a correr para refugiarse en un jardín vecino, ametrallado por las burlas y las risas de sus atacantes. Sentí tanta ira como pena. Tenía que poner fin a semejante atropello. Aquel trío de chulos, prototipo de delincuentes, merecía una lección. Comencé a seguirlos. Me había hecho un experto ob

¿Cuánto hace que no vives una primera vez? por Sara Echevarría





Mi nombre es Sara Echeverría. Soy Licenciada en Psicología, Psicoterapeuta, desde hace 20 años. Vivo en Uruguay.


Como forma de presentación, he recibido una propuesta muy interesante, por parte de la creadora de este espacio: Relatar mi experiencia en la primera vez que…


Voy a contarles la primera vez que recibí un paciente. Acababa de recibirme y una colega me avisó que me había derivado un paciente. Mi primera reacción fue quedarme en silencio… ¡Parálisis total!“¿Qué hago?” “¿Lo tomo o no lo tomo?”. Segundos después, decidí dar el primer paso: le dije que sí.


Recuerdo el vértigo, la emoción al prepararme para este primer encuentro. Me vestí sobriamente, eligiendo cuidadosamente cada prenda. No podía olvidar mi cuaderno de notas, elegí mi mejor bolígrafo. ¡Iba a estrenar mi portafolio!


Una vez en el consultorio, al abrir la puerta, allí estaba ella, mi primera paciente, con su sonrisa confiada y mirada expectante, viniendo a desafiar mis cinco años de estudio. Era una mujer bastante mayor que yo y mi fantasía fue que, quizás, no iba a estar a la altura de su experiencia de vida y sabiduría adquirida por su edad.

 ¿Si sentí temor?, Sí sentí que de mí dependía que esa no fuera la única vez, sino la primera de tantas otras. Hubo más sesiones y pude ir desplegando mis conocimientos, la empatía y construimos el vínculo terapéutico. Luego, fueron llegando a mi consulta, otros pacientes. Yo siempre buscando el apoyo técnico, fortaleciendo la tolerancia a la frustración, la perseverancia, la responsabilidad, la formación permanente y así forjando la tan deseada autoconfianza.


Mi supervisora me dijo algo, entonces, que nunca olvidaría: “No siempre dirás o harás lo más conveniente. Tendrás errores, aprende de ellos, aprende de los pacientes, de ti misma y permítete construirte como psicoterapeuta”.

La primera vez en algo, se constituye como el puntapié inicial, el primer paso que nos llevará por el camino del aprendizaje y la experiencia.
Esa primera vez en la que enfrentamos algo, implica definir, tomar decisiones que nos llevarán por nuevos rumbos, por un camino u otro.

Es la primera vez, a diferencia de una única vez, por lo tanto, significa desafiar miedos, angustias y frustraciones, quizás fracasos, dejar que irrumpa lo novedoso, para poder iniciar el camino elegido.
Daremos pasos firmes, pasos tambaleantes, pasos en falso, tropezaremos y a veces, caeremos, pero hay que seguir avanzando para mejorar nuestro andar. Muchas veces, pediremos que nos alcancen una mano, si es necesario. No siempre podremos solos.


Desde que nacemos, nuestra vida se compone de infinidad de primeras veces: la primera bocanada de aire, la primera mirada al mundo, el primer contacto con otros, los primeros pasos, las primeras caídas.
De primeras veces, se compone la compleja trama del crecer, del vivir, de nuestros objetivos, logros, frustraciones, expectativas, miedos e ilusiones. Las primeras veces nos sacan de nuestra zona de confort. Se constituyen como constructoras de autoconfianza y confianza en nuestro entorno, nos ponen a prueba y ponen a prueba nuestro saber.


¿Cuánto hace que no vives una primera vez? ¡Atrévete! Confía y da el primer paso; ve hacia lo que has decidido que te hará bien.





 

 




Sara Echevarría

Psicóloga


Comentarios

  1. Muy lindo ,Sara , hermosa reflexión!!!

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  2. Hermosa reflexión ,Sara muy linda!!

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  3. Las primeras veces nos sacan de nuestra zona de confort,,.,...
    Me llevo ęsta frase para dar ese primer paso y permitirme soñar. ..
    Muchas gracias Sara!!

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  4. Cuánta verdad!!! Me dejó varias reflexiones pero quizás la más importante para mí es que la primera vez es la que nos abrirá un nuevo camino que muchas veces no seguimos por miedo a esa primera vez

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  5. La primera vez se diferencia de una única vez, es porque hemos decidido empezar a andar. Me gustó!!

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