AGOSTO 2021
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AL OTRO LADO DE LA CAMA POR SUSANA ZAFRA
Hola a tod@s, mi nombre es Susana Zafra, después de muchos años dedicada al mundo de los viajes y eventos decido por mi experiencia en viajes de novios, exclusivos y mimados hasta el último detalle, especializarme en el mundo de los BODAS y donde actualmente estoy creando una Boutique de vestidos de novias, con servicio de Wedding Planner integrado llamada SUJHALÚA .
Ni
que decir que mi profesión está siendo muy especial actualmente, vendemos
trajes que nada más ponértelos te hacen sentir especial y transformamos
espacios en cuentos de hadas. Hacemos casi realidad cualquier imagen que tengan
en la cabeza los novios y poco a poco vamos dando forma a LA BODA DE SUS SUEÑOS. Por ello, animar a novios desanimados porque
su boda se desmoronaba por el Covid ha sido todo un desafío para ambas partes,
pero el amor que se procesaban todos ellos y las ganas de realizar esa “Fiesta
del Amor” era tal, que nos adaptamos a los inconvenientes aportando, optimismo,
alegría, ideas nuevas y un poco de polvo de hadas extra.
Lo
que me quedó claro de todo esto, es que los novios demostraron QUE EL AMOR LO PUEDE TODO y el 2022
arranca con mucha fuerza, con grandes novedades en el mundo de las bodas.
Nos
reinventamos y os iré informando de todo ello en los próximos meses, ya que en
esta ocasión, me vais a permitir, hablaros de una chica muy especial, que vio los
vestidos de novia por sorpresa en la tienda.
Entró
junto a mí, la idea era enseñarle la tienda solamente , pero al cruzar la
puerta, su expresión cambió, se quedó muda y le empezó a invadir una emoción
que no entendía yo del todo, se encaminó a los seis vestidos que estaban
colgados, los miraba, se reía, los acariciaba, se ponía cerca de cada uno y me
di cuenta de que se imaginaba con ellos puestos. Siguió observando todo lo que
la rodeaba, hasta que vio las coronas y diademas en un estante, entonces sus
ojos se iluminaron como a una niña que le entregan una muñeca nueva, aquí, sí
que noté BRILLANTES SENSACIONES. Las comenzó a mirar una a una y de pronto me
pregunta: - Esta corona es de princesa, ¿verdad? como la Ariel, la sirenita.
Me
sorprendió su comparación, y le digo, que la verdad, es que sí. Es muy
parecida, pero que esa corona se la puede poner cualquier persona sin ser
princesa y si se la quería probar podía sin problemas.
Fue tal su alegría al saber que se la podía poner en su cabeza que empezó con una risa floja y acabamos las dos riéndonos sin saber bien porque, pero lo supe después, al coger un vestido en mis manos y dárselo a ella, me miro y me dice: ¿qué hago yo con este vestido? Jajaja , pues pruébatelo, ¿te gustaría?, le digo, contestándome acto seguido ella , ¿yooooo? Pero yo no puedo porque no me voy a casar; entonces le digo, que hoy, no se iba a casar pero quizás el día que encontrase novio decidieran hacerlo; pruébatelo va, que te hago una foto después! Le comento.
Ella así lo hace y cuando sale del probador con el vestido y por supuesto con la coronita, tiene los ojos emocionados y con risa nerviosa, mirándose todo el rato al espejo, dando vueltas sobre sí misma diciendo, madre mía que feliz soy, que guapa estoy, mira qué bonita la corona y el vestido así largo, como me encanta … era emoción pura. Como la veo en su euforia, decido ponerle un velo largo que le haga de cola, este gesto ya fue el remate a su conjunto de la felicidad, no hacía más que decirse a ella misma, QUÉ GUAPA ESTOY.
En ese momento le volví a decir que quizás el día que tuviera novio decidirían casarse y se podría poner ese o cualquier otro de los vestidos, y aquí es cuando de golpe ella vuelve a una “realidad” y me dice, me gustaría tener novio pero más adelante, todavía soy pequeña (39 años) pero es un poquito difícil porque yo estoy enferma y a mis padres tampoco le gusta eso….
¿Cuál
es esa terrible enfermedad, que no la dejaba enamorarse y vestirse de novia
entre otras muchas cosas que ella no se veía capacitada para hacer o vivir?
Pues era padecer SINDROME DE DOWN, una alteración cromosómica era la culpable
de que se perdiera tantas cosas en la vida, que la miraran por la calle, que no
encontrara un trabajo, que la impedía entender un reloj, pero si tenía la capacidad de querer a las
personas, de ser feliz, de verse guapa con un vestido y unos tacones cuando los
demás solo veían a una Síndrome de Down muy mona, le encanta la moda, desfilar,
hacerse fotos, esta chica se llama Desiree Zafra, es mi hermana y la historia
de su vida es bonita pero triste, a veces hay ciertas creencias muy injustas y
que hacen truncar metas que se podrían conseguir perfectamente. Conozco a una pareja
creada por dos personas del mismo Síndrome y se procesan tal cariño y respeto mutuo,
que ya quisieran muchas parejas tenerlo.
Con
esto quiero dejar claro, que todos tenemos la capacidad de amar, incluso cuando
una persona no tiene su conocimiento 100% lo que más se intensifica es su afecto
hacia los demás y el cariño. No hay que cerrar puertas a nadie, solo tenemos
que adaptarnos a ellas, estoy convencida que todo el mundo tiene un hueco en la
sociedad real, no todos vamos al mismo ritmo ni tenemos la misma capacidad
intelectual ya que si así fuera, seriamos robots.
Mi hermana es preciosa y está perfectamente cualificada para realizar una sesión de fotos o pase de modelos con su 1.65 de estatura si esa es su ilusión.
Quisiera
dejaros solo un detalle para que entendáis que no resulta tan fácil la
incorporación laboral para ellos , por ejemplo, mi hermana no “puede” ir a buscar
trabajo , o poder puede, pero como reaccionarías vosotros si a un anuncio que
pusierais “se precisa Aux. Administrativa”
os apareciera una persona con Síndrome de Down, como poco os sorprendería y
seguramente no la contrataríais,
Mi
hermana para poder desarrollarse en alguna empresa debe ir a través de una
asociación o centros especializados, donde estas mismas entidades negocian
“prácticas” para que ellos puedan desarrollar un oficio, pero no siempre es
fácil.
Desiree estuvo de prácticas en un centro
comercial importante y hubo quejas porque era muy lenta, al final exigían que
tuviera el mismo nivel que los demás (sin remunerar) y no era posible puesto
que no tenían experiencia y su desarrollo físico no era el mismo. Y yo me
pregunto; realmente a nosotros los empresarios, ¿Tanto nos perjudica
económicamente, que una persona en vez de colocar 100 latas al día coloque
80? La respuesta es sencilla. No. No nos
perjudica, sin embargo, buscamos perfección, pero la perfección que nos han
vendido, no la perfección real de cada persona.
Cierto
es, que existen empresas exclusivas para personas con disminución, pero son
mínimas para la larga espera que tienen.
Demos
oportunidades a los que la tienen muy limitadas, dejemos que demuestren donde
son eficientes, ya que si a mí me pedís que os reforme una cocina me será
imposible realizarla, pero tengo otros dotes que me hacen ser válidas en otro
sector.
Espero
que este artículo ,como mínimo, os haga ver el otro lado de la cama.
Susana Zafra
Ceo de SUJHALÚA, boutique de novias y eventos
@sujhalua
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Comentarios
No he podido leerlo hasta ahora. Me ha encantado! Lo compartire si no te importa! (La sonrisa de Eric)
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