YO GALENO, (SEGUNDA PARTE) POR LOLA GUTIERREZ
Manuel Torres Garcia Después de matar a Rafael Tello, el asesino de Isabe l, me sentí satisfecho, reconfortado. Decidí seguir con mi vida en este pueblo en el que podía pasar totalmente desapercibido. Después de cargarme a Tello nunca pensé continuar, pero a veces el universo pone frente a uno situaciones donde no solo los árboles bonitos y derechos se alzan orgullosos. Desgraciadamente, hay miles de plantas torcidas que no merecen haber brotado. Ocurrió semanas más tarde. Una pelea de chicos hizo que cambiara de opinión. Tres adolescentes golpeaban a otro compañero, al tiempo que se burlaban de su físico. Los comentarios eran detestables, hirientes. El gordito se zafó como pudo, magullado, y echó a correr para refugiarse en un jardín vecino, ametrallado por las burlas y las risas de sus atacantes. Sentí tanta ira como pena. Tenía que poner fin a semejante atropello. Aquel trío de chulos, prototipo de delincuentes, merecía una lección. Comencé a seguirlos. Me había hecho un experto ob
A mi me pasa que entre el equipo EPI y yo que no oigo muy bien...me siento incomoda cuando pido que me repita algo el compañero de trabajo y lo hace quejoso....te hace sentir mal,imagino las personas sordas como lo pasarán hay que tener más empatia con las personas que sufren de sordera...aunque yo no me lo he mirado aún que me puede pasar pero me siento identificada.Gracias 🙏❤
ResponderEliminarMe encanta el tema tratado, muy real y poco hablado. La primera reacción es la que tu dices. Generar conciencia del tema y más empatia es muy necesario.
ResponderEliminarÉxitos siempre!!
Totalmente, Laura, muy buen artículo.
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