Hoy quería hablaros de los pros y los contras de las redes sociales y de todo lo que hay detrás. Ya sé que os esperáis que os cuente lo mismo que todo el mundo, pero estoy aquí para mostraros la realidad de cuando decidís coger un móvil.
Esta vez no me dirijo solo a la juventud, sino a todos, porque es algo que afecta a todo el mundo.
Mi objetivo hoy es haceros cambiar de opinión, o, al menos, que podáis contemplar otra realidad ajena a la vuestra, que no habíais percibido antes. Y para ello primero quiero que os preguntéis:
¿Cuánto tiempo paso con el móvil al día?
¿Me afecta eso a las relaciones familiares?
¿Hasta qué punto el móvil es imprescindible para mí?
Ahora os voy a explicar cómo funciona.
Todo lo que haces en internet se mira y se rastrea. Qué imagen te paras a mirar y durante cuánto tiempo. Saben cuándo la gente se siente sola, deprimida, o alegre por el tipo de contenido que miran. Saben si eres introvertido o extrovertido y tu personalidad. Suena retorcido, pero la verdad es que lo saben todo de ti.
Todos los me gusta que hemos dado y los videos que hemos mirado se graban, creando un modelo de nuestras preferencias y de nuestra personalidad cada vez más preciso. Ese modelo de tus preferencias será el que predecirá lo que vas a hacer, los grandes ordenadores y plataformas dedicadas exclusivamente a esto, seguirán enviándote contenido y contenido, para que nunca pierdan tu atención.
Las redes sociales toman decisiones que afectan a muchísimas personas. Te van redirigiendo para que seas un perfil concreto.
Al final piensas que haces lo correcto, cuando diariamente te bombardean con información y al final acabas creyendo y defendiendo eso. Por ejemplo, si doy dos veces un like a un partido político, me va a salir contenido de ese partido en concreto e información relacionada con eso cada día.
Y no solo con eso, sino con todo lo que mires.
Por eso, en diversos temas, existe demasiada radicalización, según mi opinión.
Ni todo es bueno ni todo es malo.
Las empresas pagan publicidad para que las plataformas nos muestren, a través de anuncios, sus productos. Y poco a poco van mostrándote cosas que te gusten, para dar más likes y generar más dinero. Así es como obtienen sus ganancias, cambiando ligeramente lo que haces, lo que piensas, lo que eres, con la finalidad de que acabes comprando o pensando lo que ellos quieren.
La clave es obtener muchos datos de ti, a través del contenido que ves y del contenido que ve la gente que te rodea.
La realidad es: si no pagas por el producto tú eres el producto.
Es decir, si no pagas por tener redes sociales, lo que se vende eres tú. Tus datos, tu personalidad, todo, para ir creando un modelo comercial cada vez más preciso.
Es una rueda que no para de girar. Mucha gente piensa: “Ah bueno, google es solo un buscador y Facebook es solo un sitio donde ver que hacen mis amigos”; pero la realidad es que todas estas plataformas compiten por nuestra atención. Tienen un modelo de negocio que consiste en hacer que la gente esté pegada a la pantalla.
Aparte de esto, vivimos pendientes de los likes, los posts y las opiniones que hacen los demás sobre ti y tus publicaciones. Por ello, a partir del 2011 ha habido un aumento increíble de depresión y ansiedad entre los adolescentes, sobretodo, chicas.
La cantidad de adolescentes ingresadas porque se han cortado o se han hecho daño de alguna manera, era una cifra bastante estable, hasta 2011, que empezó a crecer. Han subido un 62% los ingresos de chicas adolescentes y un 189% de chicas pre adolescentes por autolesiones. Lo mismo pasa con los casos de suicidio. En las adolescentes ha aumentado un 70%, y en las pre adolescentes un 151% desde 2011, patrón que se repite una y otra vez por culpa del bullying, de la falsedad, de los estereotipos y de la gran cantidad de fake news que hay en las redes sociales.
Se está adiestrando y condicionando a toda una generación de gente para que cuando se sienta incómoda, sola, insegura o asustada, coja su propio “chupete digital”. Todo esto está atrofiando nuestra capacidad de enfrontarnos a las diferentes adversidades de la vida. Nos quita tiempo de estar con nuestra familia, y hace nos perdamos las cosas que son realmente importantes.
Las redes sociales no son una herramienta que espera a que las uses, tienen sus propios objetivos y medios usando nuestra psicología en nuestra contra.
A pesar de la peligrosidad que hay en las redes, ofrecen muchas ventajas a las personas que las usan. Poder ver la cara a una persona que está al otro lado del mundo, buscar información para hacer un trabajo o poder dar a conocer a más gente tu profesión.
Un claro ejemplo es esta revista, que es digital, y las redes sociales la impulsan a ser más conocida en otras partes del mundo.
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Jhandira Baro |
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