Este fin de semana en España llegan 7 estrenos, pero en esta ocasión os quiero hablar de un clásico.
La considerada mejor comedia romántica de la historia del cine. Quiero hablaros de “ROMAN HOLIDAY”, que es su título original, “LA PRINCESA QUE QUERÍA VIVIR” que es el título con el que se estrenó en Latinoamérica o “VACACIONES EN ROMA” que es el título con el que se conoce en España.
Dirigida y producida William Wyler para la Paramount Pictures en el año 1953, Vacaciones en Roma lanzó al estrellato a su actriz protagonista, una joven Audrey Hepburn, que contaba con 23 años cuando se filmó el film y 24 cuando se estrenó.
La historia es un claro ataque frontal a las princesas de Walt Disney, que gracias a la historia escrita por Dalton Trumbo, oculto bajo la firma de Ian McLellan Hunter pues estaba perseguido por la “caza de brujas” de McCarthy, y John Dighton, hace que las jóvenes de que crecieron con Blancanieves y que querían ser princesas, vean en la princesa Anna (Audrey Hepburn) en un patito feo que está harta de los corsés de palacio y sueña con convertirse en cisne, rodeada de la gente llana del pueblo.
El compañero de reparto (Gregory Peck), representa a un periodista vividor y tramposo, que como en otras películas de periodistas, es noctámbulo, jugador, bebedor y mujeriego, cuando se topa con la princesa sin que llegue a reconocerla.
A partir de ese momento, se produce un juego entre mentiras por parte de ambos personajes, que da pie al amor.
Otra cosa que tiene el film, es que no acaba con un final feliz al unísono de la época, ya que ambos acaban volviendo a sus mundos y separados. Sin embargo, el protagonista masculino se arrepiente de haberse aprovechado de sus engaños y decide regalarle las fotografías que ha realizado durante esas 24 horas de complicidad y falsedades, que podría comprometer el futuro del país de la princesa.
La película también es futurista, ya que se habla de la unión de los pueblos de Europa. Cuatro años después se firmaba el tratado de Roma (1957) entre los países de Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Alemania Occidental (en aquellos años Alemania estaba dividida en dos).
Como curiosidades de esta película hay que destacar que el film se filmó íntegramente en Roma (los exteriores) y en los estudios Cinecittà. Wyler desechó la idea de rodar en Hollywood, ya que desestimó rodar con escenarios artificiales, haciendo que la ciudad eterna sea el tercer protagonista de la historia.
La fotografía de la película es en blanco y negro, aunque la idea inicial era hacerla en color, pero el alto coste de trasladar a todo el equipo a Roma, se desestimó, por presupuesto, comprar las bobinas de película de color.
El casting inicial debía contar con Cary Grant, pero desestimó el papel al creer que era demasiado mayor para el papel de la protagonista, diez años más tarde Cary Grant y Audrey Hepburn protagonizaron “Charada”.
El papel de la princesa, le llegó a una joven que hasta entonces había aparecido en pequeños papeles en otras películas de nacionalidad holandesa y britanicas y que soñaba con ser bailarina, al no estar disponibles, Elizabeth Taylor o Jean Simmons. La suerte se alió con la joven Audrey.
Las hijas del director también aparecen en el film, en una escena de la fontana de Trevi, donde Gregory Peck intenta quitarle unas cámaras a unas niñas.
Para finalizar las anécdotas, decir que en la escena final, donde la princesa saluda uno por uno a los representantes de la prensa, todos esos extras, eran enviados especiales de los medios de comunicación de varios países, donde destacan los representantes de los diarios La Vanguardia, Le Figaro y ABC.
Estuvo nominada a 7 premios Óscar de la Academia de Hollywood, consiguiendo 3 de ellos, al de mejor diseño de vestuario, mejor guion y mejor actriz protagonista.
Audrey Kathleen Ruston, que es el nombre real de Audrey Hepburn, se convirtió gracias a esta película en la princesa del cine de Hollywood, ya que representaba la antítesis de las mujeres voluminosas actrices como Doris Day, Marilyn Monroe o Sofía Loren.
Su elegancia en el cine y su lucha por las labores humanitarias de apoyo en UNICEF, para acabar con el hambre de los niños en el mundo, han hecho que el American Institute nombrara a la actriz como la tercera actriz más relevante de todos los tiempos. Vacaciones en Roma contribuyó al nacimiento de una princesa en el mundo de Hollywood.
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