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AGOSTO 2021

YO GALENO, (SEGUNDA PARTE) POR LOLA GUTIERREZ

Manuel Torres Garcia Después de matar a Rafael Tello, el asesino de  Isabe l, me sentí satisfecho, reconfortado. Decidí seguir con mi vida en este pueblo en el que podía pasar totalmente desapercibido. Después de cargarme a Tello nunca pensé continuar, pero a veces el universo pone frente a uno situaciones donde no solo los árboles bonitos y derechos se alzan orgullosos. Desgraciadamente, hay miles de plantas torcidas que no merecen haber brotado. Ocurrió semanas más tarde. Una pelea de chicos hizo que cambiara de opinión. Tres adolescentes golpeaban a otro compañero, al tiempo que se burlaban de su físico. Los comentarios eran detestables, hirientes. El gordito se zafó como pudo, magullado, y echó a correr para refugiarse en un jardín vecino, ametrallado por las burlas y las risas de sus atacantes. Sentí tanta ira como pena. Tenía que poner fin a semejante atropello. Aquel trío de chulos, prototipo de delincuentes, merecía una lección. Comencé a seguirlos. Me había hecho un experto ob

LA IMPORTANCIA DE BAILAR PARA TI POR STEFANÍA ARIAS

Photo by Oswaldo Ibáñez on Unsplash

 

El movimiento es algo innato en el ser humano, es lo que nos conecta con la vida y la existencia. Cada persona tenemos una forma de movimiento única, especial y distinta, y si somos conscientes de ella, puede darnos mucha información acerca de nuestra personalidad y de nuestras creencias inconscientes.


El cuerpo expresa lo que el corazón calla, como se suele decir, pero al no ser conscientes de ello nos perdemos la posibilidad de expresarnos desde nuestra autenticidad y confianza en vez de desde nuestros miedos y represión como solemos hacer en la mayoría de los casos.

Siempre he defendido que desde que éramos ese espermatozoide ya íbamos bailando hacia la vida en unión con el óvulo, lo que pasa es que no llevábamos música para acompañar ese movimiento tan natural. Me remonto al principio de todo que es donde se origina la vida para que puedas darte cuenta de cada movimiento conectado a la naturaleza de la existencia humana.

Cuando somos pequeños bailamos, nos movemos y nos expresamos desde la espontaneidad y no sentimos el condicionante externo de los juicios hasta cierta edad, en donde nos desconectamos de esa esencia divina que nos hace únicos y empezamos a conectar con los miedos y las heridas emocionales.

Nuestro proceso evolutivo provoca diferentes creencias al respecto de esta expresión física en donde, desde mi punto de vista, divide en dos grupos a las personas: las que nos encanta bailar y las que no. Esto marca una diferencia, ya no solo porque a todos no nos tiene que gustar lo mismo, sino, por el simple hecho de sentirte bien con tu cuerpo desde el auto conocimiento y el auto control llevado a cualquier área de tu vida.

El baile te conecta con tu parte más espiritual, más natural y también con tus miedos. El asunto de este artículo es aprender a transformarlo para que puedas ganar seguridad en ti misma, aumentes tu autoestima y puedas sentir amor de conectar con otras personas. Todos tenemos esta parte espiritual desarrollada en mayor o menor medida, pero trabajando en ello nos transformamos como personas y logramos crear una vida más satisfactoria.

Photo by Vladislav Bogatkin on Unsplash



Cuando aprendes a bailar para ti comprendes la autonomía de controlar tu cuerpo desde el fluir, sin necesidad de juzgar lo que está ocurriendo, aprendes a estar presente, a conocerte más y a sentirte mucho más segura de ti misma. Es un proceso de aceptación de tu cuerpo y sobre todo de tu forma de expresarte.

Estamos completamente habituados a juzgarnos por cada fallo, complejo físico, etc. y lo vemos como algo tan normal que, en muchas ocasiones rechazamos una parte de nuestra personalidad de forma automática. ¿Qué pasaría si de repente empiezas a sentir el movimiento? ¿Qué te diría tu mente?

Por desgracia esta práctica no es tan habitual como siento que debería serlo, pero es verdad que cada vez más personas comprenden que bailar es terapia para el alma y salud mental. Hay personas que no se atreven a moverse por sí misma con mucha libertad si no es en pareja, pues sienten que de ese modo el baile tiene menos sentido que si lo hacen en compañía.

Todo esto es, como cualquier situación de la vida, en donde sabemos, afortunadamente y gracias a la inteligencia emocional y el desarrollo personal, que todo empieza en uno mismo para poder compartirlo y complementarlo. Conocer tu movimiento te hace libre y te permite la conexión con otras personas mejorando tu actitud, tu estado anímico y por supuesto tus relaciones personales.

Desde este artículo te propongo que, desde tu casa o donde quieras, empieces a practicar el movimiento de forma consciente. Observa qué te dice tu mente al ejecutarlo, si hay muchos juicios o no y sobre todo, reconoce de dónde te vienen, ya que así conocerás el origen de tus miedos y creencias limitantes para que puedas transformarlo. No necesitas una técnica ni hacerlo bien, simplemente permítete ser artista y explorar e investigar desde tu templo físico: tu cuerpo.

No se nos educa para investigar, explorar y fallar, se nos educa para ser máquinas perfectas en donde tener el control siempre es símbolo de éxito aunque en ocasiones estemos muriendo por dentro. Te animo a que pruebes, sientas tu cuerpo y tus emociones a través de baile y conectes con esa parte de ti que muchas veces dejas olvidada para que puedas canalizar esa energía en mejorar y transformas distintas áreas de tu vida siendo una persona más segura y más libre.

¿Bailas?




Stefanía Arias.

Autora de la Trilogía ¿bailas?

Formadora, mentora de motivación y liderazgo

@stefaniaariasbailas





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